Me siento solo una noche y veo mucha luz cuando maestros susurran arte que me bombardea y crean viento sobre las hojas y suspiros en las porcelanas que mueven mundos y hacen que mis dedos sean ágiles e implacables.
Como un vallenatero acompañado por el fastuoso acordeón veo una película completa que inspira mi mente a relatar, a ser el contador de historias o el cuenta cuentos de los niños que fácilmente cambia el rumbo de una vida. Aúllo como el lobo que corre desnudo en el bosque en búsqueda de la luna llena que ve pero no toca y no entiende que el olfato y el instinto no bastan para llegar a pisar esa musa de sueños que deslumbra cada noche y desenfoca su mirada salvaje de los peligros como si estuviera en trance o marginado de la realidad.
Espero inspirar a escribir, espero entretener un poco y hacer vibrar ilusiones moribundas porque nada está muerto, espero enloquecer y para eso escribo pues como dije antes respiro para limpiar mis pulmones y ellos están para vivir y encontrar esa luna loca…
A veces cierro mis ojos y me pierdo en la música, que más que entretenerme hace que mi mente descanse, duerma una siesta y dormite problemáticas impensadas por alguien que no entiende otra cosa que sólo lo que ve, demasiada información que luego se olvida, cómo leer un periódico completo y al final querer acordarse de lo que decía el primer párrafo; El día en que muera lo que de verdad quiero tener a mi lado es una libreta y no sé que escribiré pero… será algo perfecto. Escribo a veces por sentirme escuchado, lo publico ante los demás para sentirme vivo y lo cayo porque es más fácil escribir y guardar que hablar a medias y sentirse incompleto al final.
Existen textos prohibidos, textos que hacen llorar, textos que posiblemente sólo yo entiendo, textos que puede que a nadie le gusten porque no son perfectos, textos profundos que contrastan con la información que diariamente doy ante el mundo y que aunque no quiera y la verdad sea de mi conocimiento están manipulados, textos que matan y reviven al fénix dormido, en fin momentos de lucidez espiritual y de gozo karmático que no me importa si se entiende o si se gusta… sólo escribí en un momento donde la voz de lo profundo llama y dice “estás solo y quieres apasionarte” un momento antes de ir a dormir, volver a cerrar los ojos y vivir momentos del pasado con otro enfoque en el presente, porque leyendo mis propios textos sé que extraño vivir acontecimientos que igual, llegarán.